Ley de Atracción y Creación Consciente. Cómo Decretar Abundancia de manera efectiva

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Ley de Atracción y Creación Consciente. Cómo Decretar Abundancia de manera efectiva

Comprendiendo al Ser mediante el Árbol de la Vida Personal
Publicado de Ricard Barrufet en Metafísica · 3 Octubre 2018


La “Ley de Atracción” y la “Creación Consciente” es un tema muy recurrente en el ámbito de la metafísica y de la espiritualidad, el cual guarda relación con las tres primeras Grandes Leyes Herméticas: Mentalismo, Correspondencia y Vibración, a las que también voy referirme en este artículo, porque tan importante es su comprensión, como el hecho de tenerlas bien presentes a la hora de poner en práctica la Creación Consciente.

De un lado sabemos que todo ser humano posee un Yo Superior o Individualidad espiritual que en la Sagrada Tríada Espiritual también recibe el nombre de “Hijo”, porque está hecho a imagen y semejanza del Padre. De esto nos habla la 2ª Ley Hermética de Correspondencia: “Lo que está abajo es como lo que está arriba y lo que está arriba es como está abajo, para consumar el milagro de la Unidad”, donde cada parte integrante de un Todo posee los mismos atributos que la Totalidad. Esto significa que si Dios Padre tiene el Poder de Crear el vasto Universo apenas conocido por el hombre; el “Hijo”, nuestro espíritu, también tiene ese mismo Poder Creador, solo que a una escala menor. Así entendemos que cada ser humano Crea un pequeño universo a su alrededor, siendo ese el mundo que pone ante sus ojos y que percibe como su propia realidad.
 


                                               
 
Pero ¿cómo construimos este universo personal?

Pues bien, aquí podemos acudir a la 1ª Ley Hermética: Mentalismo, que nos dice “Todo es Mente; el Universo es Mental”. O sea, que el instrumento con el que Creamos nuestra Realidad es nuestra propia Mente, la cual se compone esencialmente de ideas, pensamientos y creencias. Aquí es cuando interviene la 3ª Ley Hermética: Vibración, que es la que solemos relacionar más directamente con la denominada Ley de Atracción.

Esta Magna Ley Universal parte de la premisa de que todo es energía vibrando a una determinada frecuencia y que cada vibración resuena con aquello que es afín a su misma longitud y amplitud de onda, siendo esto aplicable a los deseos, emociones, pensamientos y sentimientos. Es decir que cada pensamiento posee una determinada frecuencia energética que atrae por resonancia sucesos, eventos e incluso personas que son afines a esa misma frecuencia energética. De esto se desprende que quien emita sentimientos amorosos estará atrayendo situaciones amorosas, quien emita pensamientos positivos estará atrayendo vivencias positivas, per a su vez también, quien emita emociones negativas, estará atrayendo situaciones o sucesos cuya percepción será vivida a modo de infortunio o de dificultad. En teoría esto es así de simple, aunque solo en teoría, porque en este proceso de Emisión-Atracción intervienen otros factores, algunos de ellos casi incontrolables, porque al no vivir en una urna de cristal, sino que lo hacemos en entornos sociales muy diversos y cambiantes en los que tenemos que relacionarnos e interactuar con todo tipo de personas, así como hacer frente a múltiples situaciones que nos genera estrés, conflicto o preocupación, en la práctica no es una Ley que resulte tan sencilla de aplicar.



Libros como "El Secreto", en los que se expone de manera muy elocuente una determinada fórmula para atraer prosperidad, amor, salud y todo tipo de anhelos y deseos, lo cierto es que mientras persista una incesante agitación mental y emocional que nos lleve de un lado para otro sin control, a efectos prácticos raramente llegará a proporcionarnos los resultados esperados, puesto que no habremos sido capaces de mantener nuestra proyección mental de manera sostenida y los mensajes enviados se habrán ido anulando entre sí. Tal y como apunta el Dr. Wayne Dyer, no atraemos tanto lo que deseamos, sino lo que realmente somos; es decir nuestras ideas, pensamientos y emociones cotidianas. Así es que debería producirse primero una transformación interior en la que aprendiéramos a estar presentes en cada instante y a tomar conciencia del continuo flujo de pensamientos y emociones que recorren nuestro Ser, antes no logremos poner la Ley de Atracción a nuestro servicio.

Pero en cualquier caso la Ley de Atracción funciona, y para lograr atraer de manera Consciente aquello que deseamos forme parte de nuestra Vida, no solo deberemos ser capaces de enfocar nuestra mente en lo que pretendamos obtener y persistir en ello el tiempo necesario, sino que en este proceso de construcción mental no podemos olvidar que también intervienen factores tan cruciales como son la Creencia y la Convicción.  O sea, que además de demandar algo con firmeza y determinación, es fundamental que también lo Creamos verdaderamente posible.




El Maestro Kuthumi nos dice:

Ustedes crean su propia realidad a partir de lo que eligen creer sobre sí mismos y sobre el mundo que los rodea. Si no eligen sus propias convicciones deliberada y conscientemente, estarán programados inconscientemente. Absorberán irracionalmente lo que les de su cultura, su escuela y su entorno. Cómo se definan a sí mismos y al mundo que los rodea, dará forma a su convicción, que a su vez formará su realidad. Una vez que comprendan plenamente que sus creencias forman la realidad, entonces y solo entonces dejarán de ser cautivos de los sucesos que experimentan.
 
“Auto-Maestría con el Mahatma Kuthumi”
 

Quien tenga muy arraigada la idea, por ejemplo, de que la vida es muy dura, de que todo requiere mucho esfuerzo, mucho sacrifico y que nunca nadie te regala nada; eso actúa como una especie de implante mental de origen familiar, social o cultural, que hace que la persona no solo tienda a ver la vida como “cuesta arriba”, sino que atraerá situaciones que refuercen esa idea. Porque tengamos en cuenta que la Ley de Atracción actúa por igual independientemente de si la persona conoce o desconoce su funcionamiento. Podría decirse, en este sentido, que existe una Creación Inconsciente en la que a menudo nos sentimos víctimas de las circunstancias porque somos incapaces de relacionar cada efecto con su causa; y una Creación Consciente que es la que solemos asociar a nuestro esfuerzo y dedicación, porque se da cuando ponemos toda nuestra voluntad, interés y determinación en lograr nuestro objetivo, aunque en realidad esta empezó a gestare con nuestras ideas, pensamientos e intenciones.

De poco sirve por tanto decir “me gustaría cambiar de trabajo”, “quisiera ser rico”, o “espero que algún día se cumplan mis sueños…” porque sin claridad, sin concreción y sin convicción, es como programar un software a medidas que lógicamente no va a funcionar. La intensidad y la claridad en la definición de un programa de pensamiento es sumamente importante para que éste pueda llegar a manifestarse. Con el “tal vez” o el “quizás”, no es suficiente para llegar a Crear nada de manera Consciente.



Otra premisa importante a tener en cuenta a la hora de proyectar un pensamiento que tenga por finalidad atraer un determinado evento o suceso, es emplear siempre el tiempo Presente. Esto se debe a que la Creación Consciente propaga su energía a nivel multidimensional, donde no existen los tiempos pasado y futuro, sino que todo es un eterno Ahora. Así, por ejemplo, si deseamos atraer Abundancia a nuestra vida, no valen los condicionales ni los tiempos futuros, porque estas formulaciones no tienen sentido a nivel interdimensional. Podemos recitar en cambio internamente o en voz alta (a modo de mantra) la formula “Yo Soy Abundancia infinita”, porque al hacerlo desde nuestro Yo Superior y en el tiempo Presente, esta afirmación sí tiene sentido en todos los planos de existencia.

También podemos recitar el siguiente Decreto:

“Confío en que la Vida me proporciona toda la Abundancia que necesito en el día de Hoy”
 (7 veces al día durante 21 días)

Hay otras muchas fórmulas para decretar, siendo todas ellas perfectamente válidas y efectivas, siempre y cuando se pronuncien con Claridad, con Convicción y empleando el tiempo Presente, puesto que el Ahora es el único momento que realmente existe.

Llegados a este punto conviene igualmente aclarar que cuando una petición o deseo formulado con conciencia 3D (ego) entra en conflicto con la Misión o Propósito de Vida del Yo Superior, con conciencia 5D (alma); a menos que se haya elegido como lección de crecimiento, lo más probable es que esa petición no llegue a manifestarse. Por ejemplo, si una persona desea ser rica, pero esas riquezas serán mal usadas o van a detener su proceso de crecimiento, el Yo Superior puede rechazar ese deseo para que su Yo Inferior o personalidad terrena no pierda las motivaciones de seguir buscando la expansión.

No deberíamos por tanto desanimarnos o descartar directamente la efectividad de la Creación Consciente por el mero de hecho de haberlo intentado un par de veces sin demasiado éxito, porque esto también forma parte del aprendizaje. Todos hemos venido a este plano Dual de la Realidad para Aprender a Crear de manera responsable y efectiva, y tal y como ocurre en todo proceso de aprendizaje, los errores también forman parte de la experiencia.



Hay más factores que intervienen en la Creación Consciente de nuestra Realidad, como son los “pactos de alma” y los “votos kármicos”. Todos los pactos contraídos con otras almas sirven al mismo fin: Aprender a través de la experiencia; por lo que cuando hablamos de lazos kármicos o de karma pendiente, más que una deuda entre unos y otros, es una deuda que se tiene hacia el propio Ser, puesto que éste solo pretende Ascender hacia su Yo Divino. Y respecto a los denominados “votos kármicos”, estos nos son más que promesas, acuerdos o contratos realizados en otras vidas, cuyos efectos perduran en el tiempo, porque al no haber en los planos del alma limitaciones de tiempo ni de espacio, lo que solemos llamar vidas pasadas, son en realidad vidas simultáneas. Así, votos como el de Castidad, Obediencia, Fidelidad, Pobreza o Silencio, que fueron en algún otro momento pronunciados y asumidos por nosotros debido a que sentimos la necesidad de vivir esas experiencias, conviene anularlos ahora de un modo tácito y explícito, para que las influencias que aún pudieran ejercer en nuestra actual experiencia terrena, desaparezcan por completo y recobremos la plena Libertad.

Reproduzco a continuación un Decreto del Arcángel Miguel canalizado también y transcrito en el libro “Auto-Maestría con el Mahatma Kuthumi”, que sirve justamente a este fin. Recomiendo repetir este Decreto 7 veces al día durante 21 días seguidos, haciéndolo siempre con el mayor grado de Convicción y Determinación posible, para que su efecto sea lo más sanador, liberador y revitalizante posible.

¡YO SOY LIBRE!
Yo, el ser conocido como (di tu nombre completo) en esta encarnación particular, por este medio revoco y renuncio a todos y cada uno de los compromisos de fidelidad, votos, acuerdos y contratos de asociación que ya no sirven a mi bien más elevado, en esta vida, vidas pasadas, vidas simultáneas, en todas las dimensiones, períodos de tiempo y lugares. Yo ahora ordeno a todas estas entidades que cesen y que abandonen mi campo de energía ahora, para siempre y en forma retroactiva, llevando sus artefactos, dispositivos y energías sembradas. Para asegurar esto, Yo ahora apelo al Sagrado Espíritu Shekinah para que sea testigo de la disolución de todos los contratos, dispositivos y energías sembradas que no honran a Dios. Esto incluye todas las alianzas y seres que no honran a Dios como Supremo. Además, Yo pido que el Espíritu Santo testimonie esta liberación completa de todo lo que infringe la voluntad de Dios. Yo declaro esto en adelante y retroactivamente. Que así sea. Así es. Hecho está.

Puedes completar este Decreto con la formulación de la Vibración en Cristo, que es la más alta frecuencia a la que puede aspirar el ser humano durante su experiencia terrena.

¡YO SOY LA VIBRACIÓN EN CRISTO!
Yo ahora vuelvo a garantizar mi alianza con Dios a través del dominio del Cristo y a dedicar mi ser entero, mi ser físico, mental, emocional y espiritual a la vibración de Cristo, desde este momento en adelante y en retroactivo. Más aún, dedico mi vida, mi trabajo, todo lo que pienso, digo y hago y todas las cosas en mi ambiente que aún me sirven, a la vibración de Cristo. Además, dedico mi ser a mi propia maestría y al camino de la ascensión, tanto del planeta como mío. Habiendo declarado todo esto, Yo ahora autorizo al Cristo y a mi propio Yo Superior para que hagan modificaciones en mi vida para acomodar esta nueva dedicación y pido al Espíritu Santo que testimonie esto también y que sea escrito en el Libro de la Vida. Que así sea. Así es. Hecho está.

Solamente cuando nos liberemos de antiguas cargas energéticas y dispositivos mentales limitantes, estaremos en disposición de ejercer nuestro Poder Creador de un modo más efectivo y con efectos más inmediatos. Recomiendo, por consiguiente, recitar primero los Decretos de Liberación kármica y de Vibración en Cristo antes de ponerse a Decretar Abundancia, porque de este modo nos situaremos en un entorno vibracional mucho más elevado, abierto y receptivo, que nos permitirá atraer a nuestra Vida todo cuanto precisemos para llevar a cabo nuestro Propósito de Vida y sentirnos plenamente realizados.

Ver vídeo en youtube: https://youtu.be/-GQztfKzssU
 
Ricard Barrufet Santolària


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